Pancho Lara
Solo prosperan los pueblos que cosechan sus propias semillas, nunca los que esperan las ajenas
Solo prosperan los pueblos que recogen sus propias semillas, nunca los que esperan las ajenas
Biografía
La obra musical del Maestro Pancho Lara está enmarcada dentro de un período de alrededor de siete décadas del siglo XX, y se vio influida por los graves problemas sociales de la época; en el ámbito global, por las dos grandes guerras mundiales y la gran depresión de 1929; y en el ámbito local por el levantamiento de 1932 y la prolongada dictadura del General Maximiliano Hernández Martínez (1931-1944).
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Su historia
Pancho Lara, eterno enamorado de su terruño, le dedicó muchas de sus composiciones musicales a la naturaleza, canciones dedicadas a los árboles, a las flores, a los lagos, a los pueblos que sobresalieron por alguna actividad comercial o de comportamientos tradicionales; a las aves que, por su bello plumaje y por su canto, enviaban un verdadero manjar de trinos transportados por la brisa fresca de las mañanas y atardeceres. Asimismo, dedicó canciones a los trabajadores del campo, quienes con su fuerza muscular y con el sudor de sus frentes, ganan el sustento para su familia.
Un Cantor Solitario
Pancho Lara fue un cantor solitario. Con su guitarra bajo el brazo, visitaba las escuelas, en donde ejecutaba sus canciones y las enseñaba a los niños, principalmente las de corte infantil, entre ellas: el sapito dorado, el piojo, el conejito, los zompopitos, entre otras.
Su innato talento musical lo llevó a convertirse en músico autodidacta y aprendió a tocar varios instrumentos musicales, entre ellos guitarra, mandolina, piano y marimba. A los 20 años de edad su amor por la música y la poesía lo impulsó a componer la letra y música de su primera obra, "La Golondrina".